25 jun 2010

SIN ALIENTO


Vos, que sin querer me devuelves la sonrisa,
que al mirarme recuperas en mí los años transcurridos,
el ángel de la plaza, las noches de pasión sin término
y la chispa de mi luz en tu recuerdo.

Vos, que me miras y me transitas todos los caminos
desde mis zapatos bajos de cuando era piba,
mi jean ajustado que te detiene en mi cadera,
mi remera azul de adolescente
y luego buscas debajo de la tela, la pasión intensa
que se oculta recóndita en mis senos.

Vos, que me devuelves la edad de los sueños
cuando era imposible pensar en la muerte
cuando sólo la vida era lo urgente
y para mí
lo urgente eran tus ojos de todos los colores
y para vos
lo urgente eran mi piel y mis caricias.

Has vuelto a revivirme con tu risa
con tus ojos de felino misterioso
con tu piel quemada por el sol de todos los océanos
con tu palabra brumosa y repentina,
a decirme
que estoy viva para vos
y, por lo tanto,
estoy viva para la vida
para el amor,
para todos los fuegos de los soles
para todas las honduras de la noche
para quedarme eterna, apasionada
a tu lado hasta el final, entregada a tu amor
sin aliento, sin respiro.


Carmen Ortiz